PEKÍN (AFP) — Las españolas Gemma Mengual y Andrea Fuentes, subcampeonas del mundo, se adjudicaron la medalla de plata este miércoles en la final de dúo de natación sincronizada de Pekín-2008, nuevamente detrás de las rusas Anastasia Davydova y Anastasia Ermakova.
Como era de prever, las Anastasias se adjudicaron la medalla de oro olímpica con una nota combinada de 99,251, tras ejecutar en la final la rutina libre, seguidas por las españolas, con 98,334 puntos, mientras las japonesas Saho Harada y Emiko Suzuki se subieron al tercer peldaño con 97,167 puntos.
Pese al claro triunfo, las campeonas mundiales reconocieron que "la competencia es cada vez más dura" y lo difícil de ser las mejores es "mantenerse".
Gemma Mengual dijo que tanto ella como Andrea Fuentes están "muy contentas con la puntuación, ha sido más alta que ayer (martes) casi inmejorable porque el 9 (cuatro 9.9 y un 9.8 para un total de 49.500 en la rutina libre del miércoles) es casi la perfección", declaró a AFP tras la final.
"La verdad es que hemos nadado mejor que ayer", decía la 'sirena' de Barcelona, hablando de su primera rutina libre del martes, en la que obtuvieron 5 notas de 9.8. "Hemos acabado muy cansadas porque lo hemos dado todo", agregó.
La española de 31 años, leyenda de la disciplina en su tierra, explicó que tras la competencia por equipos le esperan unas "vacaciones" antes de prepararse para "el campeonato del mundo del año que viene", tras el que, en principio, pondrá fin a su carrera.
Poco después dijo en conferencia de prensa que "la competición iba a ser dura, que todos los países se estaban preparando mucho, que tanto China como Japón estaban muy fuertes, y de Rusia ni hablamos".
"Nuestro objetivo era acercarnos lo máximo a Rusia para asegurarnos así una plata, y mirando para arriba siempre te aseguras un resultado mejor".
Fuentes por su parte recordó que el resultado se debe "a una trayectoria de muchos años (...) he tenido la grandeza de poder culminar este momento pero esto es una obra de mucha gente y por fin hemos llegado a un punto tan alto".
Mengual agregó que en el último ciclo olímpico "el secreto ha estado en entrenar más, acertar más con las coreografías y arriesgar más y buscar cosas nuevas".
Todas las competidoras estuvieron de acuerdo en que es hora de que se acaben las dudas sobre si la natación sincronizada es un deporte o un arte.
"La gente debería estar abajo del agua un rato para saber lo que es estar haciendo eso", dijo Anastasia Erkimova, en tanto la otra, Anastasia Davydova, dijo "ahora me duele todo el cuerpo salvo el cerebro".
Finalmente, las chinas se fueron decepcionadas del 'Cubo de Agua' tras fallar en su objetivo de subirse al tercer escalón del podio.
"No pude encontrar el ritmo, y eso causó el problema en nuestra sincronización. No tuvo nada que ver la presión de los espectadores", dijo Tingtin Jiang a la prensa, en referencia a una abarrotada y ruidosa tribuna.
Su hermana melliza, Wenwen, dijo en tanto que "el resultado no importa en realidad. Detectamos nuestras debilidades y también nuestros puntos fuertes".
La natación sincronizada prosigue el sábado 23, penúltimo día de los Juegos, con la competencia por equipos.
Como era de prever, las Anastasias se adjudicaron la medalla de oro olímpica con una nota combinada de 99,251, tras ejecutar en la final la rutina libre, seguidas por las españolas, con 98,334 puntos, mientras las japonesas Saho Harada y Emiko Suzuki se subieron al tercer peldaño con 97,167 puntos.
Pese al claro triunfo, las campeonas mundiales reconocieron que "la competencia es cada vez más dura" y lo difícil de ser las mejores es "mantenerse".
Gemma Mengual dijo que tanto ella como Andrea Fuentes están "muy contentas con la puntuación, ha sido más alta que ayer (martes) casi inmejorable porque el 9 (cuatro 9.9 y un 9.8 para un total de 49.500 en la rutina libre del miércoles) es casi la perfección", declaró a AFP tras la final.
"La verdad es que hemos nadado mejor que ayer", decía la 'sirena' de Barcelona, hablando de su primera rutina libre del martes, en la que obtuvieron 5 notas de 9.8. "Hemos acabado muy cansadas porque lo hemos dado todo", agregó.
La española de 31 años, leyenda de la disciplina en su tierra, explicó que tras la competencia por equipos le esperan unas "vacaciones" antes de prepararse para "el campeonato del mundo del año que viene", tras el que, en principio, pondrá fin a su carrera.
Poco después dijo en conferencia de prensa que "la competición iba a ser dura, que todos los países se estaban preparando mucho, que tanto China como Japón estaban muy fuertes, y de Rusia ni hablamos".
"Nuestro objetivo era acercarnos lo máximo a Rusia para asegurarnos así una plata, y mirando para arriba siempre te aseguras un resultado mejor".
Fuentes por su parte recordó que el resultado se debe "a una trayectoria de muchos años (...) he tenido la grandeza de poder culminar este momento pero esto es una obra de mucha gente y por fin hemos llegado a un punto tan alto".
Mengual agregó que en el último ciclo olímpico "el secreto ha estado en entrenar más, acertar más con las coreografías y arriesgar más y buscar cosas nuevas".
Todas las competidoras estuvieron de acuerdo en que es hora de que se acaben las dudas sobre si la natación sincronizada es un deporte o un arte.
"La gente debería estar abajo del agua un rato para saber lo que es estar haciendo eso", dijo Anastasia Erkimova, en tanto la otra, Anastasia Davydova, dijo "ahora me duele todo el cuerpo salvo el cerebro".
Finalmente, las chinas se fueron decepcionadas del 'Cubo de Agua' tras fallar en su objetivo de subirse al tercer escalón del podio.
"No pude encontrar el ritmo, y eso causó el problema en nuestra sincronización. No tuvo nada que ver la presión de los espectadores", dijo Tingtin Jiang a la prensa, en referencia a una abarrotada y ruidosa tribuna.
Su hermana melliza, Wenwen, dijo en tanto que "el resultado no importa en realidad. Detectamos nuestras debilidades y también nuestros puntos fuertes".
La natación sincronizada prosigue el sábado 23, penúltimo día de los Juegos, con la competencia por equipos.
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